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Independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk

El 21 de febrero de 2022, el Presidente de la Federación de Rusia firmó los decretos sobre el reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk en calidad de Estados soberanos e independientes.

Fue un paso nada fácil pero el único posible. Los dirigentes y habitantes de estas dos repúblicas presentaron al Jefe del Estado ruso las solicitudes de reconocimiento.

Esta cuestión fue planteada por los diputados a la Duma de Estado de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia en el mensaje al Presidente de la la Federación de Rusia.

Esta decisión del Presidente de Rusia obedece, ante todo, a consideraciones humanitarias, al deseo de proteger a la población civil de la RPD y la RPL, incluidos cientos de miles de ciudadanos rusos, contra la amenaza real a su vida y seguridad proveniente del actual régimen de Kiev que no ceja en los intentos de resolver el “problema de Donbás” con empleo de la fuerza.

Hace justamente ocho años, el mundo fue testigo de un sangriento golpe de Estado anticonstitucional en Kiev. En aquel entonces, en Ucrania, con el enérgico apoyo de Occidente llegaron al poder los nacionalistas radicales que se pusieron a imponer en el país sus órdenes, luchar contra el idioma ruso y la heterodoxia, imponer ideología ajena, glorificar a los fautores de los nazis, revisar la historia y convertir el territorio de Ucrania en una plaza de armas antirrusa al servicio de la OTAN. Los habitantes de Donbás se opusieron a tal política y empezaron a defender sus derechos e intereses legítimos. En virtud de los referéndums, el 11 de mayo de 2014 fueron proclamadas las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk.

En vez de llegar a un acuerdo por vía política con sus conciudadanos, Kiev desató contra ellos una operación militar punitiva, en esencia, una guerra civil.

Desde el inicio mismo de la crisis ucraniana, Rusia aplicó esfuerzos sostenidos por arreglarla por vía pacífica, diplomática. Lamentablemente, las autoridades de Kiev en dos ocasiones emprendieron los fallidos intentos de reincorporar por la fuerza Donetsk y Lugansk en Ucrania. Con la enérgica asistencia de Rusia y otros mediadores internacionales se logró cesar el derramamiento de sangre. Fue redactado el Paquete de Medidas para cumplir los Acuerdos de Minsk, del 12 de febrero de 2015 aprobado unánimemente por la resolución 2202 del CS de la ONU. Este documento ofrecía la posibilidad de dar solución política al conflicto y reintegrar Donbás en Ucrania.

Pero de hecho desde el momento de la firma del Paquete de Medidas, Kiev no estaba dispuesta a cumplirlo, hablaba sobre la nulidad de los acuerdos alcanzados en Minsk y de renuencia a cumplirlos. Los cargos oficiales ucranianos constantemente hacían en público unas declaraciones belicosas, se negaban a dialogar en directo con Donbás y anunciaban sus propósitos de resolver la crisis por vía militar. Hablando en rigor, Kiev hace tiempo se retiró de los Acuerdos de Minsk, saboteando expresamente su cumplimiento.

Todos estos años, los habitantes de la RPD y la RPL viven bajo constante fuego de artillería y morteros. Miles de personas inocentes, niños incluidos, murieron, decenas de miles fueron heridas. Contra Donbás fue impuesto un pleno bloqueo de transporte y económico, fueron cesados los pagos de pensiones y subsidios sociales a sus habitantes. Tales acciones no son otra cosa que el genocidio contra su propio pueblo.

Últimamente, presenciamos un drástico agravamiento de la situación a lo largo de toda la línea divisoria. De nuevo se registran numerosos casos de infracción del régimen de cese del fuego, los proyectiles destruyen casas residenciales, escuelas y otras instalaciones de la infraestructura civil.

La población de las repúblicas se enfrenta con la amenaza de exterminio físico por las autoridades kievitas. Se ha hecho evidente que Donbás para Kiev es un territorio y no las personas que allí viven.

El reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk es una solución forzada pero la única posible en estas condiciones. Está llamada a garantizarles a los habitantes de la RPD y la RPL su derecho a la vida pacífica, a la protección de sus derechos e intereses legítimos.

La decisión se tomó teniendo en cuenta la libre manifestación de la voluntad de los habitantes de Donbás, a tenor de las cláusulas de la Carta de la ONU, de la Declaración de 1970 sobre los principios del Derecho Internacional concernientes a las relaciones de amistad entre los Estados, del Acta Final de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa y de otros documentos internacionales fundamentales.

Rusia invita a otros Estados a seguir su ejemplo.

Fuente: Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia